Sin embargo, la ropa no es exactamente la que llevaban puesta, de hecho, el equipo que organizó la exposición lo decidió así: “La ropa podría haber sido cualquier camiseta o cualquier pantalón, aún así nos hemos ceñido a colocar las prendas más parecidas a las que las víctimas especificaban en su relato”, ha puntualizado la directora del Centro de Educación y Prevención de Agresiones Sexuales de la Universidad, Jen Brockman.