Yo no me lo creía, pero a raíz del confinamiento me he dado cuenta de que no podía compaginarlo si quería apostar y hacerlo bien, ahora veo que era necesario. En este rubro el referente era el arquero Fernando Bello, que por mucho tiempo fue también el arquero titular de la Selección Argentina. Sobre todo, le llevó a pensar que aquello no parecía ser flor de un día. En 1938 se midieron ante el poderoso Peñarol, los Diablos Rojos resultaron victoriosos por 3-1 ante los manyas en el mítico Estadio Centenario de Montevideo, escenario de la final de la Copa Mundial 1930. De la Mata, Zorrilla, camiseta holanda y Érico fueron los goleadores de la segunda copa internacional.