Las Diputaciones de Huesca y Málaga han acudido al rescate de los equipos de su región para utilizarlos como palancas de promoción turística tras perder a sus socios principales. Si antes las mujeres debían jugar a escondidas de sus padres porque “el fútbol es un deporte de hombres”, y hoy vemos a esos mismos padres alentando a sus hijas en la tribuna de alguna cancha.