En resumidas cuentas: cada vez que alguien compra una camiseta, al fabricante le quedan 17 euros, al vendedor en torno a 30 y al club en torno a cinco, con la salvedad de que los equipos, además, firman contratos millonarios con los fabricantes por vestirles. Real Madrid y Barcelona perciben en torno a 150 millones de euros anuales de Adidas y Nike, mientras Manchester United y Liverpool obtienen cerca de 90 millones por temporada.