La segunda temporada quedó marcada por dos historias que no vaticinaban nada positivo para el Hércules: el sufrimiento para salvar la existencia del club una noche de julio de 2000 y el ascenso del Alicante CF al final de dicha temporada. De esa temporada queda el recuerdo de la aparición del empresario alicantino Enrique Ortiz en el accionariado y la decisión de instar una suspensión de pagos. El primer año acabó con una promoción de ascenso frustrante tras lograr alcanzarla en la última jornada de Liga; atrás quedaba una competición que lideró a lo largo de buena parte de ésta.