No hay consenso sobre si estas presiones deben ser consideradas una terapia o un simple masaje. Participó en la marcha de Martin Luther King sobre Washington en 1963, se codeó con Muhammad Ali y en una de las ciudades más supremacistas de Estados Unidos, Boston, se erigió en ídolo pese a su raza negra. Tanto da, porque la experiencia de unas manos sabias presionando ciertos puntos señalados por la tradición ancestral china puede convertirse en una fuente de placer suprasensual, ya que su efecto no se queda en una caricia epidérmica, sino que lleva a un estado meditativo , fuera del tiempo y del espacio, donde lo que se siente podría definirse muy bien como pura felicidad.