La temporada 2007-08 quedó marcada como una de las más memorables para el FC Barcelona, gracias a actuaciones magistrales de Lionel Messi. En el partido de vuelta de las semifinales de la Champions League, el conjunto blaugrana se impuso de manera contundente a la Roma con un 4-1 que selló su pase a la gran final. La figura del encuentro fue, sin dudas, Messi, quien anotó dos goles y dejó una actuación para el recuerdo. Aquella noche en el Camp Nou estuvo llena de magia, con miles de aficionados luciendo la camiseta del Barça retro, evocando tiempos gloriosos y celebrando la evolución de una joven estrella que ya comenzaba a escribir su leyenda.
Desde el primer minuto, el Barcelona salió decidido a dominar el encuentro. Con posesión, presión alta y toques precisos, el equipo dirigido por Frank Rijkaard mostró una versión ofensiva y sólida. Messi, con apenas 20 años, tomó el mando en el frente de ataque. Su velocidad, regate y capacidad para romper líneas hicieron que la defensa romana sufriera durante toda la noche.
El primer gol de Messi llegó tras una brillante combinación con Iniesta. El argentino recibió al borde del área, esquivó a dos defensores y definió con un zurdazo colocado que encendió al estadio. Minutos después, anotó su segundo tanto tras un desborde de Henry, rematando de primera con la sangre fría de un veterano. Su doblete ponía al Barça con pie y medio en la final.
La Roma logró descontar con un gol aislado, pero el Barcelona no bajó el ritmo. Xavi y Deco controlaron el mediocampo, mientras que la zaga mantuvo a raya cualquier intento de reacción del equipo italiano. Los goles de Henry y Eto’o terminaron por sentenciar el encuentro con un marcador global contundente que demostraba la superioridad azulgrana.
Messi fue ovacionado por todo el estadio al ser sustituido en los minutos finales. Aquella actuación sirvió como anticipo del dominio que ejercería durante la siguiente década. El Barcelona clasificó a la final con autoridad y se perfiló como uno de los grandes favoritos para levantar la orejona.
El impacto de esa temporada no solo se sintió en lo deportivo. Muchos aficionados, nostálgicos de aquella época dorada, hoy en día buscan revivir esos momentos a través de una camiseta futbol supervigo que les permita llevar en el pecho los colores de un equipo que marcó una era.