Los brasileños repitieron como campeones en la Copa de 1962 acontecida en Chile, con un marcador de 3:1 contra Checoslovaquia en la final celebrada en el Estadio Nacional. La selección de Brasil, con Pelé como su máximo anotador con seis goles en el torneo, se coronó como la campeona tras derrotar 5:2 en la final a los anfitriones suecos, con lo que pasó a ser la primera ocasión en que un país organizador perdía su Copa Mundial.