«Es un problema complejo, pero hay que entender la indignación del comerciante legal, camiseta de dinamarca que también se gana el pan y paga sus impuestos. ”. A pesar de que la multinacional estadounidense vista a casi dos tercios de las selecciones del mundial -incluida la de las contrincantes neerlandesas-, desde sus redes y en público se están volcando en defender los colores de la camiseta de su país, que venden a 90 euros.